06 abril 2018
Stevan Karapandzic, la promesa serbia que fue MVP del MICBasketball 2018
Competitivos. Esta es la palabra que mejor podría definir a los serbios, al menos a los jugadores de este país balcánico. Stevan Karapandzic (17 años y 189 centímetros) no es la excepción y, como buen jugador serbio, siempre tiene entre ceja y ceja ganar.
Dentro de la entrevista lo pudimos ver tranquilo, hablando pausado – igual que cuando se desarrolla en la pista – pero sobre todo, con las ideas claras y desprendiendo una confianza en sí mismo brutal.
Tras la disputa de la final contra el Bàsquet Girona, el playmaker no se sorprendió de la dificultad y el nivel del rival diciendo que “Me lo esperaba. Habíamos escuchado que para ganar este torneo necesitaríamos mostrar nuestra mejor versión. Pienso que hemos jugado con energía durante todo el partido. La clave creo que ha sido hacer nuestro juego, que nos ha servido para conseguir el triunfo, que es lo más importante “. Personalmente, el base cree haber sido “yo mismo”. 11 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 21 de valoración en la final dan credibilidad a sus palabras.
Sin embargo, lo que más hay que destacar es su manera de jugar. El base de 17 años no le tiembla el pulso en las grandes citas, ni jugar ante un millar de personas ni salir por televisión. Cuando tiene el balón parece que éste sea una extensión de su cuerpo, controlador del tempo del partido, organizador, líder, buen defensor y con facilidad para ver el aro. ¿Sólo os lo creeréis con datos científicos? Pues pongamos números. En la fase final 21 puntos y 22 de valoración en cuartos contra el JAC Sants; 20 puntos, 9 rebotes y 26 de valoración contra Zentro Basket Madrid en semifinales, más los números del partido decisivo mencionados unas líneas más arriba. Ah, y con buenos porcentajes en el lanzamiento. 79% en tiros libres, 50% en tiros de dos y 46% en tiros de tres. Por todo ello, fue elegido en el cinco ideal de la categoría U18 y MVP. No hace falta decir nada más.
Karapandzic no sólo rindió y jugó al 100% en la final, sino que desde el primer día él y su equipo mostraron el carácter competitivo que tienen los jugadores serbios. “En este torneo hay buenos equipos, quiero un rival fuerte” se refería en la previa de los cuartos de final. “Quiero ganarlo (el torneo), evidentemente”. Dicho y hecho. El conjunto de Belgrado derrotó a todos sus rivales por un promedio de 29 puntos de diferencia, un escándalo.
Tampoco sorprende que la promesa serbia hiciera un buen torneo, hay trabajo detrás y motivos de peso. El verano pasado formó parte del combinado serbio U16 en el Europeo de Podgorica, Montenegro. En aquella edición, su selección quedó tercera al vencer a Croacia y, él, fue el máximo asistente de la competición con 5,1 asistencias por partido. No sabemos si llegará a la selección absoluta de su país, pero lo que sí sabemos seguro es que participará en el Mundial U17 de Argentina, ya que él mismo nos lo confirmó en la entrevista.
Además del ámbito internacional, el talentoso base también nos habló de su presente en el KK Partizan. Preguntado por si ya ha entrenado o debutado con el primer equipo, Stevan dijo que “todavía no, pero sí que he entrenado y jugado con la U18” – es decir, con chicos un año mayores que él, el junior A -.
Como todo jugador joven, Karapandzic también tiene un jugador referente donde mirarse y aprender para mejorar su juego. “Mi jugador serbio preferido es Nemanja Nedović porque es un base muy atlético y me gustaría ser como él” concluyó.
Acompañando al jugador estaba el delegado del equipo Dule Karavesovic, a quien aprovechamos para preguntarle de primera mano en qué se basa el famoso método de entrenamiento serbio. “Ahora mismo ellos no juegan con sistemas. Ellos tienen margen para poder crearse sus movimientos y mejorar sus habilidades de forma individual. Cuando sean seniors ya jugarán con sistemas que les obligarán a moverse de aquí para allá. Nosotros los empujamos a que mejoren en todos los aspectos del juego “.
Artículo de Marc Tresserras